El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano y un componente esencial de los huesos, ligamentos, tendones, cartílagos y piel. Tiene una función estructural y de soporte porque mantiene la integridad de las estructuras anatómicas, contribuyendo a su vez con la actividad muscular y permitiendo el movimiento, así como aportando a los tejidos hidratación, resistencia, elasticidad y flexibilidad.
Con las infiltraciones de colágeno se están obteniendo grandes resultados en tratamientos para lesiones deportivas así como para artrosis, tendinitis, fascitis plantar, metatarsalgías y neuroma de Morton. Esto se debe a que el colágeno mejora los procesos de reparación, estructura y función de los tejidos, disminuyendo el dolor con una recuperación más rápida.
Se trata de una técnica mínimamente invasiva y prácticamente indolora. No produce reacciones alérgicas y se puede utilizar en pacientes a partir de los 12 años de edad. Estas infiltraciones son una alternativa eficaz, segura e innovadora para el tratamiento de patologías difíciles de tratar mediante técnicas tradicionales.